El Cristo de la Caridad, Tricentenaria Hermandad del Cristo de la Caridad - Patrono Jurado de Arequipa y Patrimonio Histórico de la Ciudad en la Parroquia Santa Marta

Venerada Imagen del Cristo de la Caridad
“Patrono Jurado de la Ciudad de Arequipa”
Fuente: Fe y Tradición

Al poco tiempo de la fundación de la ciudad, se crea la Ermita de Santa Marta en la ranchería de San Lázaro, esta ermita dependía de la Parroquia del Señor San Pedro en la Iglesia Mayor, que nació con la fundación de la Villa Hermosa.

El fin de esta ermita era de “adoctrinar” a los indios que se hallaban en la banda de la Villa, en el pago y lloclla que llamaban San Lázaro. Don Francisco Javier Echevarría y Morales en su obra “Memoria de la Santa Iglesia de Arequipa” nos relata: “Muchos indios forasteros se fueron avecindando en este pago, de suerte que fue preciso reconocerlos y adoctrinados por padrón bajo la orden de un párroco”. A este fin, el 18 de junio de 1565, cedió la ciudad esta ermita para parroquia, a cuidado de los curas de la ciudad.

Don Francisco Echevarría era Dignidad de Arcediano. Comisario Apostólico Subdelegado de la Santa Cruzada y Subdelegado de la Pensión de la Real. El 22 de setiembre de 1541 se firma la Real Cédula donde queda legitimada la Villa Hermosa de Arequipa y con esto todos sus derechos. Quince días más tarde, la flamante ciudad pide su Escudo de Armas.

Arequipa, se había consagrado a Nuestra Señora de la Asunción y a su vez siempre le ha tenido mucha confianza a los Santos que eran como padrinos: contra los terremotos estaba Santa Marta; contra las epidemias San Sebastián y contra las erupciones volcánicas estaba San Genaro.
Cuenta el historiador P. V. Barriga que debiendo obedecer el mandato de Su Santidad Urbano VIII, de que una ciudad debía de ampararse en sólo un santo, el 10 de agosto de 1555 el Cabildo acuerda:

“E luego en el dicho cabildo sus mercedes dijeron que en eta ciudad solía haber muchos temblores, de que caían casas y morían algunas personas y para amparar de ello después de la gracia divina habían tomado por patrona de esta ciudad a Santa Marta y edificándole casa y que después de habérsele tomado como patrona habían cesado los temblores y porque era justo el día de su advocación se festejase y alegrase la ciudad y ordenaban y acordaron lidiar seis toros…”  

Es así como el Cabildo luego de un sorteo entre varios santos y por tres veces consecutivas sale elegida Santa Marta, desde entonces es nombrada Patrona y Abogada de la ciudad construyéndose iglesia y casa en el barrio de San Lázaro.

La población fue creciendo y debido a ello, el 1° de diciembre de 1550 el cabildo nombra como Mayordomo General de las Cofradías y Ermitas que dependen de la Iglesia Mayor a Don Nicolás de Almazán, siendo posteriormente don Diego Gutiérrez de la Cuba quien ejerció el mismo cargo.
Es en este entorno que comienza a desarrollarse la fe y la devoción hacia Cristo que va unido al desarrollo de la ermita y luego parroquia de Santa Marta. Si la Santa hermana de Lázaro sirvió a Cristo en vida, cuidando de Él; aquí muy cerca la Santa parecía también cuidarlo y guiarlo. 

El Santo Crucifijo de la Caridad
La tradición cuenta que la imagen del Cristo Crucificado, fue un obsequio del Emperador Carlos V, monarca español, quien fallece 18 años después de fundada la ciudad, es decir en 1558. Por lo que podemos decir que la imagen de Cristo está presente en Arequipa desde su fundación.
Esta imagen fue enviada con el fin de evangelizar a los indios que habitaban la recién fundada ciudad, los cuales moraban a lo largo de la ranchería de San Lázaro, donde se ubicó, inicialmente, la Ermita de Santa Marta.

Como bien se dijo, esta imagen estuvo destinada para los indios que vivían en la zona, pero al no entender ellos quien era Cristo, poco o nada era la devoción que le profesaban; igualmente los españoles, ya que la imagen no fue enviada para ellos.
Debido a las constantes llocllas que azolaban esa zona de la ciudad y por el poco resguardo que ofrecía, la imagen es trasladada al Portal del Cabildo, allí existía un recinto, que era utilizado en ese entonces como cárcel y albergaba a los pocos presos que había en la ciudad, ese mismo recinto era usado a la vez como “hospedaje” para la gente menesterosa que vivía o pasaba por la ciudad. Ese lugar era conocido como la “Sala de la Caridad” y allí, en una de sus paredes, fue colgada la imagen del Señor.

Por fuerza de costumbre, se le empezó a denominar como el Señor de la salita de la Caridad, pasa el tiempo, se pierde la palabra “sala” y toma nombre propio como: “Señor de la Caridad”.
En 1566 se produce el traslado de la Ermita de Santa Marta a las llanuras de la entrada de la ciudad, es ahí donde también se traslada al Señor de la Caridad, con el mismo propósito primigenio, evangelizar a los indios de la zona. Abundaban los indígenas y pocos eran los blancos, los arrieros habitaban unos tambos que servían de descanso a los viajeros. Allí empieza el incipiente culto al Señor de la Caridad, recibiendo los tímidos homenajes de los lugareños de la Ranchería de Santa Marta y de algunos o casi pocos españoles afincados en el lugar.

Descripción de la Imagen

La escultura del Santo Crucifijo de la Caridad, es una obra de arte considerada de porte heroico, su tamaño de 1.80 metros y puesto en la cruz llega a los 2.50 metros, es impresionante.



Esta imagen representa la agonía de los últimos instantes de vida de Jesús; su rostro alargado con bigote y barba partida, su nariz recta y puntiaguda, su pómulo izquierdo muestra la llaga sangrante causada por los golpes; sus ojos agotados con los párpados casi cerrados, sus labios entreabiertos exhalan su último aliento, sangre viva sale por ambas comisuras de los labios y los hilos de sangre que nacen de su frente lacerada por la corona de espinas, recorren su bondadosa faz. La llaga del costado, presenta una cavidad impresionante y de ella emana una cascada de sangre.

Las muñecas y manos presentan la contracción del dolor y sus dedos se hallan ligeramente doblados, sus brazos estirados por el peso del cuerpo casi inerte, su pierna derecha levemente doblada y encima de la pierna izquierda, están llagadas, de las cuales brota sangre viva. Sus tobillos y pies hinchados y casi destrozados muestran la rudeza de la tortura generada por el clavo.

La imagen del Cristo de la Caridad, es la imagen de Cristo en su último instante de vida, en el cual quiso dar una última mirada a su Madre, es el Dios hecho hombre que regresa a su inmortalidad.

El barrio de Santa Marta era una ranchería que se ubicaba en las afueras de la ciudad, en el lugar donde se iniciaba la “pampa”, es allí donde se trasladó la Ermita ubicada en San Lázaro, construyéndose para adoctrinar a los indios de la zona, es por eso que se le llama también Doctrina de Santa Marta.

Con el transcurso del tiempo surge la capilla, que la gente empieza a llamar “Capilla de Santa Marta” o “Capilla del Señor” (ya que el Señor de la Caridad, fue trasladado del Portal del Cabildo a la Ermita de Santa Marta). Esta antigua Ermita, es la que se encuentra enclavada hoy en la Parroquia de Santa Marta.

Alrededor de la ermita se había distribuido tierras para los más pobres de la ciudad y lotes para vivienda, un dinámico mayordomo de esta iglesia fue don Diego Gutiérrez, que hizo avanzar la edificación de las paredes de la iglesia, en 1566, en honor a la patrona de la ciudad, Santa Marta.

Era la costumbre de los lugareños, por ejemplo que en Semana Santa, se realice una ceremonia pagana, donde se declaraban públicamente los pecados y al compás de martillos y fierros golpeados en el suelo, se acercaban al altar donde los esperaba el cura para golpearlos con fuetes, de acuerdo al pecado declarado lo hacían vestidos de blanco y con una cinta roja atada a la cabeza.

Nos cuenta el Arcediano don Francisco Echevarría en su “Memoria de la Santa Iglesia de Arequipa”, que donde se encontraba la Cárcel, Ayuntamiento y Cajas Reales existían una primera ermita de Santa Marta: “en el lugar en el que tiempo después, en el año 1631, se levantó una capilla pública, fabricada a costa de Juan Avalos. En este mismo sitio, estuvo tiempo antes edificada la primera Ermita de Santa Marta”.