Institución Educativa Particular Nuestra Señora del Rosario

El I.E.P. Colegio Nuestra Señora del Rosario ubicado en la calle Deán Valdivia 506, en la antigua calle de la Maestranza este declarado patrimonio cultural de la nación por Resolución Directoral Nacional 520/INC del 24 de julio del 2003.



Madre Elena Chávez Delgado (1853-1926)

La I.E.P. Nuestra Señora del Rosario fue fundada como colegio particular en el año 1870 por la señorita Elena Chávez Delgado. Obtuvo su Licencia de Funcionamiento del Honorable Concejo Departamental el 15 de Setiembre de 1874. La Srta. Chávez como mujer de gran visión consideró una urgente necesidad el brindar a la mujer un nuevo tipo de educación que le permita enfrentar los retos que plantea el mundo.

El año 1899 la señorita Elena inicia y funda la congregación docente de Nuestra Señora del Rosario pasando el Colegio a ser dependencia de esta congregación. La Madre Elena fue la primera directora de este colegio y ejerció el cargo por 56 años. A su sensible fallecimiento un 16 de octubre de 1926, en su testamento estableció que:


“QUINTA. - Declaro por mis bienes, la casa que actualmente funciona el Colegio de la Congregación Docente de Nuestra Señora del Rosario, situada en la calle de la Maestranza de esta ciudad. Colinda con la Av. Jorge Chavez y la calle Dean Valdivia

NOVENA: Mis herederas lo son mientras sus días, pues muerta una pasará mi representación a las que sobrevivan y así sucesivamente.

DECIMA : A fallecimiento del a ultima de mis herederas o en caso de que la última que quedara no se hallase capaz de continuar sosteniendo el colegio, establezco lo siguiente: Nombro una junta que será compuesta del ilustrísimo señor Obispo de este diócesis, del señor prefecto del departamento, del señor director de la beneficencia pública, el señor cura párroco del sagrario y el señor presidente de la ilustrísima corte de Justicia, la que actualmente se denomina Fundación “Pía Autónoma Colegio Nuestra Señora del Rosario”. 

Madre Elena, como la llamaban cariñosamente, logró acreditar el colegio que fundó como un servicio al pueblo, a las jóvenes de escasos recursos, colaborando con el bienestar de cada alumna y por lo tanto la sociedad.

Miles de jóvenes se educaron para el esfuerzo, la lucha y el trabajo, bajo los signos de una profunda piedad cristiana, mucha exigencia y clara fidelidad a su lema “Ciencia, Virtud y Acción”. Buscar siempre la verdad para que a la luz del Evangelio se conviertan en constructoras de una sociedad mejor.

La instrucción en el colegio no solo era teórica sino práctica y ordenada a las exigencias sociales de la mujer a fin de que tenga un porvenir feliz en cualquier estado o profesión que adopte. El colegio se caracterizó por su alta calidad de enseñanza siempre a la vanguardia de su tiempo.


La madre Rosa Ojeda, religiosa de la Congregación Docente, asumió la Dirección del Plantel después de la muerte de madre Elena. En el año 1948 ella, debido al escaso número de religiosas en la Congregación Docente de Nuestra Señora del Rosario, fundada por madre Elena, consideró necesario y planeó de acuerdo con las autoridades eclesiásticas unirse a la Congregación Religiosa Misioneras Dominicas del Santísimo Rosario. El día 29 de marzo de ese año se fusionan ambas Congregaciones Religiosas, asumiendo desde ese día la responsabilidad del Colegio Nuestra Señora del Rosario las Madres Dominicas. Fueron incorporadas a esa Congregación Religiosa con todas las gracias y privilegios las tres hijas de madre Elena: madre Rosa Ojeda, madre Carmen Chamorro y madre Victoria La Rosa.

Durante 45 años el Colegio Nuestra Señora del Rosario fue conducido por las madres Misioneras Dominicas del Rosario, viviendo la espiritualidad de su orden, basada en la búsqueda de la verdad: “Veritas”, verdad en Dios vivo, inculcaron el amor al saber y a la práctica de los valores cristianos, bajo el lema: “Ciencia, virtud y acción” haciendo vivir la letra que canta el Himno del Colegio “Dios, el Perú y mi Colegio”.

A partir del año 1994 hasta el momento la Promotoría, Dirección y Administración del Colegio Nuestra Señora del Rosario pasó a la Congregación Religiosa Canonesas de la Cruz, quienes a pedido del arzobispo de Arequipa, Monseñor Fernando Vargas Ruiz de Somocurcio, en razón de que las madres dominicas anunciaron al arzobispo que se retiraban del colegio por ser necesario su trabajo y servicio en los centros misionales de la selva peruana.

Asumieron el cargo de directoras a lo largo de estos años y hasta la fecha las madres Canonesas: R.M. Soledad Espinel Espinoza, R.M. Aurora Rojas Sullón, R.M. Olga Sarmiento Gottisch, R.M. Ruth Chunga Rojas, R.M. Juana Herrera Torres, R.M. Mercedes Tasayco Saravia, R.M. Florencia Huamán Arias y en la actualidad R.M. Patricia Seclén Luna.



La congregación Canonesas de la Cruz es de origen peruana. fundada por la V. Madre Teresa de la Cruz Candamo en 1919. Desde entonces no sólo laboran en nuestro país, sino que han expandido su labor por el mundo. Están presentes en Argentina, Chile, Venezuela, Albania e Italia (fue precisamente en Alassio que Teresa tuvo un encuentro definitivo con su vocación), fieles a la base sembrada por Teresa de la Cruz: reconocer en el sufrimiento del pobre el misterio de la cruz de Cristo, en la que toda esperanza de redención confluye.

La MISIÓN en la IEP Nuestra Señora del Rosario es de continuar formando MUJERES CON VALORES Y EXCELENCIA. Tomando como modelo a Cristo Crucificado y a la Virgen María. Contamos con una Comunidad Educativa comprometida y calificada que busca la excelencia Educativa en su rol a la luz del Evangelio.

La VISIÓN es ser una Institución Educativa acreditada, referente educativo en la región sur por brindar una formación integral de calidad a sus estudiantes, quienes dan testimonio de una sólida formación cristiana y mariana y son capaces de transformar su entorno, respetando el ambiente natural y la diversidad cultural en la que se desarrollan.

Mas la descripción del inmueble según el Arquitecto Álvaro Zúñiga Alfaro y el Arquitecto Ángel Guillen Cárdenas lo componen las “estructuras de mayor antigüedad se ubican hacia la calle Dean Valdivia, aquí se le reconoce una fachada neoclásica que le proporciona singular realce al frontis de la capilla. Es precisamente la capilla, quien muestra una riqueza espacial apreciable, compuesta por una sola nave y cubierta abovedada. Inmediatos a la capilla se ubican algunos ambientes en torno a patios con un singular sentido vivencial. Los materiales de construcción de las zonas más antiguas son: paramentos de sillar con un ancho promedio de 80 a 1.00 metros, techos en base a rieles y sillar; en la fachada (hacia la calle Dean Valdivia) predomina un zócalo de piedra de 0.70 metros de alto; los pisos son de mármol en la capilla y patio de honor, en los otros patios, aulas y circulaciones prevalece la loseta y el cemento. La carpintería es de tablero rebajado y tallada en los ambientes de la zona antigua”