La casa
Nº 115 de la calle San Agustín, hoy de la Universidad Nacional de San Agustín,
fue el local donde funcionó en 1829 una Escuela Industrial, dirigida por Simón
Rodríguez, el ayo del Libertador Simón Bolívar.
Cuando
el Libertador llegó a Arequipa en mayo de 1825, vino acompañado de su maestro.
Aquella vez, fueron recibidos con arcos de triunfo por los arequipeños. Según
las memorias del General Florencio O’Leary, edecán del Libertador, cruzó el
Puente Real o Puente Viejo (hoy Bolognesi); en el trayecto los soldados
grancolombianos con sus sables desenvainados recibieron al vencedor de Junín y
Ayacucho, hasta llegar a su alojamiento en la calle Mercaderes.
Rodríguez
siguió al Libertador hasta su arribo al Alto Perú, donde participó en la
fundación de la nueva república de Bolivia, en 1825.
Regresó
nuevamente a Arequipa en 1829. Fue entonces que dirigió la Escuela Industrial,
que tenía una fábrica de velas y jabón. Se ubicaba en la casa Nº 115 de la
calle San Agustín.
Durante
su permanencia en la ciudad, Rodríguez impulsó un proyecto de irrigación que
aprovechara las aguas del río Vincocaya. Su biógrafo Mariano Ambrosio Cateriano
recordó este hecho, además de una anécdota protagonizada con el músico
arequipeño Pedro Tirado y Abril, en la que hizo gala de su dominio del violín.
Ya en el
siglo XX, la casa fue conocida como la pensión Wagner. Era un alojamiento para
turistas, donde también vivieron sus propietarios.
FUENTE:
Mario Rommel Arce Espinoza.
FUENTE:
Ricardo Wagner Vizcarra